La misión en el ciclo que se está viviendo en Venezuela, es romper con la pobreza mental que se ha mantenido durante siglos. El desafío, liberarse de los conflictos con las administraciones públicas que han dejado huellas de injusticias con sus acciones.
Como cultura, sustentamos las injusticias cometidas con nosotros, el odio es nuestro karma, lo mantenemos como una limitación a encontrar una verdadera libertad económica, sustentable y sostenida más allá del recurso natural que nos tocó, que nos expanda culturalmente, a través de las elecciones que hacemos como colectivo.
La estructura mental que sustenta nuestra visión cultural, es la pérdida de visión de libertad financiera, mantenemos una dualidad, explotamos nuestros recursos naturales pero no transformamos este beneficio en desarrollar nuestro verdadero potencial como pueblo.
La intención de reflexionar proactivamente en la realidad actual, es reconocer que los recursos naturales no han dado un desarrollo sustentable y sostenido.
Elegir ver en nuestra mente la situación actual, como cerrar un ciclo con la prioridad que se le ha dado al petróleo y otros recursos que hemos explotados, es una forma de ampliar la visión de los eventos, para que podamos ver las oportunidades que se esconden detrás de nuestra idiosincrasia cultural, la capacidad técnica que aprovechan otros países por la fuga de talentos, rescatar nuestras tradiciones y valores culturales para darnos el valor que tenemos como sociedad.
Cuando
hacemos una retrospectiva de nuestra historia, podemos contextualizar las
circunstancias con el odio en las diferentes etapas de la misma. La pobreza ha
sido una constante en nuestra sociedad, hemos experimentado un dominio
extranjero al darle prioridad a otras culturas que no fuera la nuestra. Creamos
la pérdida del ciclo de bonanza que vivimos con los recursos naturales, dejando
a un lado el verdadero desarrollo, producir talento humano en masa, expandirnos como cultura, esa es nuestra
verdadera fortaleza.
Se rompe
con paradigmas, al interpretar la experiencia de vida desde un planteamiento de
vidas pasadas, es un punto de vista
sobre las circunstancias. Cada vez, la comunidad científica sustenta que la
realidad es más de lo que vemos.
La realidad
del país comenzó con los retos experimentados en vidas pasadas, congestionando
de emociones suprimidas de violencia, soberbia, inflexibilidad, pobreza, que
desbalancearon el campo magnético del país.
Nuestra
historia ha sido oscurecida por las traiciones. Una experiencia ocurrida hace
182 años, durante un proceso de paz que no se concretó, perdiéndose la
oportunidad de que grupos rivales llegaran a un consenso, los eventos se dieron
después que comenzó la primera república, activó el odio ancestral que estaba
en nuestro campo magnético.
Pasó hace
mucho tiempo, pero si hemos experimentado otras vidas, cuántos estuvimos ahí.
El planteamiento
más importante es, estábamos listo para la independencia, queríamos
independizarnos, queremos trascender el odio ancestral?
Que antagónico, que después que se instauró la
primera república, comenzó una guerra federal que se terminó con una dictadura
que comenzó con el siglo XX y duró 27 años en manos del General Juan Vicente
Gómez.
Este mensaje
fue enviado del cosmos, a través de la Técnica de autosanacion consciente.
“Venezuela tiene un proceso que experimentar, y aceptar es integrarse en su entorno, la sociedad, los diferentes grupos que la conforman, pero hay una intolerancia a las circunstancias, el dolor que mantienen y sustentan entre todos se los impide. No logran avanzar, las circunstancias sociales y políticas limita que se comuniquen, incluso entre grupos pequeño, como familiares.
“Venezuela tiene un proceso que experimentar, y aceptar es integrarse en su entorno, la sociedad, los diferentes grupos que la conforman, pero hay una intolerancia a las circunstancias, el dolor que mantienen y sustentan entre todos se los impide. No logran avanzar, las circunstancias sociales y políticas limita que se comuniquen, incluso entre grupos pequeño, como familiares.
Fluirán
cuando acepten el apoyo de la comunidad
internacional para que medie en el conflicto.
No existe
disposición a llegar a un acuerdo en ninguno de los grupos que integran la
sociedad, los intereses personales determinan la falta de objetividad para ver
en una dirección en común.
Sólo la
restauración de una percepción elevada de la comunicación garantizará que se comuniquen
con la intención de buscar la verdadera paz.
El ciclo que
alimentan con la lucha por intereses particulares los perjudica como sociedad,
cultura, sus emociones y pensamientos de intolerancia deben ser remplazados por
esperanza, para que terminen con el odio y se puedan aprobar espontáneamente,
aceptando la responsabilidad que comparten en los eventos que viven en el país.
Expresen
verbalmente, "elegimos la paz y desarrollar nuestro potencial como cultura".
Y si no
eres venezolano y te solidarizas con lo que nos pasa verbaliza, “los
venezolanos eligen la paz y desarrollar su potencial interno como cultura”
Romper con
el odio les creará una visión que los desarrollará como cultura, al trascender
los ciclos que arrastran del pasado, prosperarán desde sus fortalezas internas,
para que sus circunstancias fluyan cómodamente y en conexión con la disposición
de su mismo entorno. Son ciudadanos del mundo, nacen en un planeta, el
desarrollarse como cultura les permite, si eligen experimentar en otros países,
integrarse con su propia identidad, creando lazos culturales que activen una
visión colectiva, en el caso contrario, sólo arrastraran su pasado sintiendo
que la mala suerte los persigue.
Rompan sus cadenas, que son internas. ¡
Recuperen su
identidad como pueblo
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