martes, 10 de julio de 2018

CUANDO CAPERUCITA ROJA SE COMIÓ AL LOBO




 “erase una vez caperucita roja en el bosque, perdida se encuentra con el lobo. Este tenía la intención de engañarla pero desconocía que detrás de la inocencia de caperucita se escondía un lobo….”



Las personalidades se definen de diversas formas, depende de la corriente que las defina. En este ensayo, yo hablo de su exponente más destacado en el siglo XX, Carl Jung y al final presento la investigación hecha con la técnica de autosanación consciente que da una definición de los tipos de personalidades integrados en la persona, considerado que somos muchas personas a la vez y tenemos diferentes aristas las cuales se experimentan y se expresan de acuerdo a la experiencia y las circunstancias.
La personalidad oculta diferentes temperamentos que son expresados a través de la visión que la personalidad tenga de sí misma.
Identificar las personalidades que existen es verlas con un propósito, identificar la idea que las define haciendo ampliamente una atención en ellas, es decir, al observarse.
A principios del siglo XX, cuando la psicología empezaba a entrar en su adolescencia, uno de los representantes más importantes de la corriente psicodinámica se propuso la tarea de describir los tipos de personalidad que nos definen desde una perspectiva mística, fundamentalmente esotérica, y probablemente sin tener muy en cuenta las posibles aplicaciones prácticas de sus propuestas.
La relación entre Carl Jung, la filosofía y la psicología (entendida como la exploración de lo espiritual y lo no material) se remonta a sus primeros años de vida y duró hasta la muerte de este, en 1961. Durante este tiempo intentó describir las lógicas que hacen funcionar a la psique humana y el modo en el que este se relaciona con el mundo espiritual, utilizando para ello conceptos como el inconsciente colectivo o los arquetipos. No en vano se recuerda a Carl Jung como el fundador de la psicología profunda (o psicología analítica), una nueva "escuela" distanciada del psicoanálisis freudiano en el que Jung llegó a participar durante su juventud.
Carl Jung no quería describir mecanismos físicos que permitan predecir en menor o mayor medida cómo nos comportamos. Quería desarrollar herramientas que permitiesen interpretar el modo en el que, según sus creencias, lo espiritual queda expresado a través de nuestras acciones.
Jung dividió los tipos de personalidad en introvertidos y extrovertidos, y desde estos construyó los tipos de personalidad.
1 – Pensamiento introvertido
Le interesa más las ideas que los hechos, estar en su realidad interior ante que las demás personas. Es decir, están mucho más enfocadas en sus propios pensamientos que en lo que ocurre en el mundo exterior. 
Les gustan los pensamientos abstractos, las reflexiones y los desafíos teóricos como los que presenta, por ejemplo, la filosofía. 

2 – Sentimental introvertido
Al ser de tipo introvertidas, son poco habladoras, pero a la vez pueden ser simpáticas y empáticas y pueden tener cierta facilidad para crear vínculos afectivos con un círculo pequeño, aunque no demostrarán su apego. 
3 – Sensación – introvertido
Quienes tienen una personalidad sensible introvertida están enfocados a los fenómenos subjetivos más que a los objetivos que ocurren a su alrededor, como el resto de las personalidades introvertidas. 
Pero la diferencia es que en este caso, estos fenómenos están más relacionados con las impresiones sensoriales y sus sensaciones internas. Según Jung, este tipo de personalidad suele describir a las personas que se dedican al arte o la artesanía.
4 – Intuitivo – introvertido
Son muy soñadores y fantasean bastante acerca del futuro, al punto de dejar casi de lado el presente. Puedes reconocerlos por su carácter soñador. 
5 – Pensamiento extrovertido
Crean explicaciones del mundo y de lo que los rodea a partir de lo que ven a su alrededor, creándose reglas casi inamovibles sobre la realidad. Estas personas no suelen cambiar muy fácilmente su forma de ver las cosas y además intentarán imponer su visión a los demás. 
También les sucede a menudo que intentan reprimir sus emociones y sentimientos. 
6 – Sentimental-extrovertido
Son personas muy empáticas y tienen gran facilidad para conectar con los demás, a la vez que disfrutan mucho de la compañía. Es un perfil muy bueno para las relaciones humanas ya que cuentan con grandes habilidades sociales. En contrapartida, en general presentan baja inclinación a la reflexión y el pensamiento abstracto.
7 – Sensación – extrovertido
En este tipo de personalidad se mezclan la búsqueda de las sensaciones tangibles con la vivencia con el entorno y con los demás. Las personas con este tipo de personalidad se sienten muy bien en interacción con los demás, y necesitan cambiar de estímulos de manera casi constante. 

8 – Intuición- extroversión
La personalidad de tipo intuitivo – extrovertido tiene tendencia a emprender todo tipo de proyectos y aventuras de duración media a larga, queriendo siempre empezar devuelta cuando una termina. 
Les gusta mucho viajar, transformarse, interactuar con el entorno y vivir en sí todo tipo de aventuras. En este tipo de personalidad en general, su interés en algo estará puesto hasta que lo consiga
La definición la hará la conexión consciente en el plano cósmico, haciendo inicialmente una investigación que identifica las personalidades y las defina. Esta perspectiva de la conciencia plantea que las personalidades se integran en un solo individuo y que todos convivimos con diferentes aspectos que al integrarse nos definen.
Tipos
El Adulto Interno: se responsabiliza de las circunstancias expresándolas en el dominio que tiene de ellas. Su responsabilidad es encontrar lo que se busca y aprender positivamente de las circunstancias.
El Maternal Interno: se responsabiliza de las emociones que se tienen, ayuda a sentirlas experimentándolas con aceptación. Es el responsable de la conexión emocional en los aprendizajes y la decisión de comenzar y terminar los ciclos.
El Paternal Interno: se responsabiliza de aceptar avanzar en las circunstancias. Se relaciona con el dinero enfocando su energía en plantearse metas adecuadas para desarrollar un plan de emprendimiento definido por el logro en las circunstancias experimentadas.
El Soñador Interno: responsable de buscar el orden en las circunstancias. Comienza las experiencias, las buscas decidiéndolas en la conexión subconciente. Identifica la idea que está en la mente consciente conectándose en una frecuencia subconciente para ver las circunstancias y expresarlas a través de la atención que tiene la mente consciente.
El Femenino Interno: se responsabiliza del compromiso, decide determinarlo. Experimenta las circunstancias expresándolas al relacionarse. Intenciona en la participación experimentar lo que se elige activando el orden elegido por el soñador interno en las experiencias.
El Masculino Interno: se responsabiliza de la visión de voluntad. Es quien identifica el conocimiento en un nivel de la conciencia espiritual. Causa la disposición emocional o mental. Mantiene a la mente consciente despierta haciendo que reconozca lo que decidió el soñador interno.
El niño interno: es responsable de elevar la percepción. Crea los aprendizajes. Al conectarse conscientemente con la conciencia espiritual. Su energía se expresa al relacionarse irradiándola con expresiones naturales como la armonía, el amor, la ilusión, la risa, la alegría, la confianza, la comprensión, el entusiasmo y la disposición.
El instinto Grupal: se responsabiliza de la disposición a relacionarse. Se experimenta al mantener los compromisos reflejándolos al relacionarse. Es quien participa en las circunstancias tomando las acciones para experimentarlas en una dinámica de convivencia. Su idea al relacionarse es amarse así mismo aprobándose ampliamente, cuando lo hace expresa su amor hacia sí mismo y hacia los demás aceptándolos verdaderamente.
Estas personalidades son vistas desde la idea yo soy la personalidad. Se expresan al verbalizarse en ella creando el modelo interno que se expresa a través de una persona.
Cuando no se expresan como deberían expresarse se define como una negación a expresarse en el verbo yo soy la personalidad. Lo causa la idea congestionada en la frecuencia en la que vibra cada una. Se origina de un conflicto con el ego que lo causa las creencias erradas de que yo soy la personalidad no es responsable de sus circunstancias y que estas dependen de lo que encuentra. 

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